Unity pone en jaque a la industria indie
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La herramienta de desarrollo Unity, utilizada sobre todo por pequeños estudios de videojuegos, comenzará a cobrar una tasa por la descarga de cada título.
Tiempos difíciles para los emprendedores y los trabajadores más humildes de la industria del videojuego. Unity, que hasta hace poco era una herramienta prácticamente gratuita, comenzará a cobrar a partir de 2024 a las empresas que utilicen su motor para crear juegos. La noticia ha puesto en jaque al sector, concretamente a aquellos estudios independientes que podrían sufrir muchísimos problemas al respecto.
Los datos, a priori, no parecen muy descabellados, pero si le echamos un vistazo con lupa podrían explicar por qué muchos estudios se enfrentan a una posible desaparición. Para aquellas compañías que usen el plan gratuito, Unity les cobrará 0,20 dólares por cada descarga del juego en cuestión una vez hayan superado los 200.000 dólares de ingresos (que no beneficios) en el último año y hayan alcanzado las 200.000 descargas. Las perspectivas no son mucho más halagüeñas para los que hayan usado alguno de los planes premium (Pro y Enterprise): estos tendrán que pagar entre 0,15 dólares y 0,01 siempre y cuando sus juegos hayan alcanzado el millón de descargas y de dólares en los últimos 12 meses.
De acuerdo a un comunicado de la empresa, estas cobros se exigirán de forma mensual, aunque no será igual en todas las regiones: en algunas se podrá ofrecer a los títulos free-to-play suspender dicho pago a cambio de adoptar otros servicios del motor, como anuncios.
El sistema se ha denominado Runtime Fee, nombre que hace alusión al programa que se usa para instalar cualquier juego que se haya desarrollado con Unity. Su justificación se basa en que mantener algunas de sus funciones, como Unity Runtime (DevOps, monetización de juegos, analíticas del jugador), requiere de una gran cantidad de tiempo y recursos que deben ser cargados a aquellos que lo usen.
La estrategia ha sido ideada por su CEO, John Riccitiello —que en su momento insultó a los creadores que no monetizaban su producto—, que trabajó anteriormente en Electronic Arts y que, para colmo, ha vendido 2.000 de sus acciones en la empresa justo antes de que se desplomara en bolsa tras el anuncio de esta la noticia. De momento, no se ha comenzado una investigación por presunto uso de información privilegiada para enriquecerse, pero las redes sociales y muchas empresas han cargado contra él.
Unity, una herramienta fundamental para las pequeñas empresas
La aplicación nació en 2005 y, desde entonces, se volvió muy popular, sobre todo, en aquellas compañías sin muchos recursos para desarrollar sus creaciones. Es bastante accesible e intuitivo, por lo que casi cualquier persona con conocimientos podría aprender rápidamente a usarla, además de que es bastante versátil y permite hacer títulos para casi cualquier plataforma.
En 2016, y habida cuenta del crecimiento de la industria, lanzaron varios modelos de suscripción, aunque manteniendo el gratuito para las empresas que empezaban. Los problemas empezaron en 2021, cuando se planteó exigir a las empresas que desarrollaban para consolas tener la licencia de pago, aunque Sony, Nintendo y otras grandes compañías incluyeron su licencia en sus kits de desarrollo y el escándalo terminó.
Ahora, Unity no parece querer dar un paso atrás. Todo apunta a que su nueva política se implantará a principios de 2024, pero son ya muchos los pequeños estudios que han movido ficha para protestar y hacerse ver ante tal injustificada decisión.

https://bit.ly/3EG22Pv
Fuente: Unity
La industria indie se rebela contra Unity
La popularidad de un videojuego no siempre se traduce en grandes ingresos. Y uno de los principales miedos de la comunidad es que proyectos consolidados y que estaban en una fase importante de desarrollo puedan cancelarse, como es el caso de Hollow Knight Silksong, uno de los indies más esperados de cara al futuro.
Pero, ¿por qué deberíamos temer algo así? Porque, hasta ahora, varias empresas independientes de renombre han amenazado con un movimiento similar. Es el caso, por ejemplo, de Massive Monster, creadores de Cult of the Lamb, una de las sensaciones de 2022, que ha invitado a los usuarios a comprar su juego antes del 1 de enero, momento en el que lo borrarán.
Buy Cult of the Lamb now, cause we’re deleting it on Jan 1st. ???? https://t.co/nSWg9DP0sh
— Cult of the Lamb ???? ???? (@cultofthelamb) September 12, 2023
Otro pequeño estudio como Mega Crit ha anunciado que pararán el desarrollo de su nuevo título Slay the Spire hasta que Unity rectifique. Y, de no ser el caso, migrarán a otro motor.
???? @unity pic.twitter.com/mBCfb8li3z
— Mega Crit (@MegaCrit) September 13, 2023
No han sido, ni serán las únicas, que han decidido tomar medidas al respecto. Puede parecer un cambio banal, pero Unity ha puesto en jaque la sostenibilidad de la pequeña empresa de la industria del videojuego. O se encuentra una alternativa rápida, o esta está condenada al fracaso a corto plazo.