Micrófono de condensador o dinámico, ¿cuál elijo?
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Si quieres mejorar la calidad de tus grabaciones y directos de streaming, el micrófono es uno de los periféricos más importantes. Te contamos qué puede aportarte un micrófono de condensador y uno dinámico para que elijas el que mejor se adapte a ti.
El micrófono de condensador y el dinámico son dos formatos que suelen usarse mucho en las transmisiones de streaming, pero, ¿cuáles son sus diferencias? ¿Qué opción es mejor para hacer directos de calidad? Lo analizamos.
¿Cómo es un micrófono de condensador?

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El micrófono de condensador es aquel cuya cápsula está compuesta por dos placas metálicas, una fija y otra móvil, muy próximas entre sí y separadas por un material aislante.
La placa móvil hace la función de membrana que al acercarse o alejarse de la fija provoca una variación en la carga eléctrica almacenada. Esta produce a su vez una variación en la tensión, lo que da señal al micrófono.
Para poder funcionar estas placas necesitan un potencial que se obtiene de una pila interna o del amplificador al que se conecta el micrófono (el Phantom power es el más usado).
La mayoría de estos micrófonos son de direccionabilidad variable, es decir, tienen un interruptor para poder elegir la direccionalidad más adecuada para una toma de sonido.
Estos micrófonos suelen ser los preferidos de los profesionales por su respuesta tan clara ante la voz.
¿Cómo es un micrófono dinámico?

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Un micrófono dinámico consta de un diafragma rígido suspendido frente a un imán que tiene una hendidura en la que va acoplada una bobina móvil.
Cuando las ondas chocan contra el diafragma, la bobina se mueve hacia adelante y hacia atrás dentro de la ranura del imán, generando una corriente eléctrica proporcional a ese sonido.
A través de esta vibración de la bobina, el campo magnético crea la señal eléctrica (sonido), que es captada por el micrófono.
No necesitan alimentación externa, pero los que hacen uso de la interfaz XLR requieren una interfaz de audio o tarjeta de sonido externa.
¿Cuál elegir?
Cada tipo de micrófono tiene sus diferencias, ventajas e inconvenientes, que conviene conocer para elegir el que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Resistencia
El micrófono de condensador no resiste bien la humedad. Esta humedad puede hacer que aparezcan hongos o, peor aún, se produzcan descargas eléctricas en su interior, lo que lo dañaría gravemente.
Además, su estructura interior es tan compleja y delicada que, a la menor caída, podría estropearse irremediablemente. Y no solo es frágil ante los golpes: unos niveles extremos de sonido podrían romper su diafragma.
Sensibilidad
El micrófono dinámico tiene una sensibilidad muy buena (40Hz a 16 kHz), pero menor que la que proporciona un micrófono de condensador, que puede captar detalles tan insignificantes que nuestro oído no percibiría. Por eso, es muy utilizado por los youtubers o streamers que hacen ASMR.
Pero ya sabemos que los decibelios altos no son buenos amigos de los micrófonos de condensador. Si nuestra intención es hablar bajo y alzar la voz cuando queramos e incluso gritar, lo mejor es optar por un micrófono dinámico.
Suministro de energía externo
Como explicábamos al principio, el micrófono de condensador necesita placas un potencial que se obtiene de una pila interna o de un amplificador, mientras que la mayoría de micrófonos dinámicos no necesitan alimentación externa.
Calidad de transmisión de voz
El micrófono dinámico destaca por la buena calidad de transmisión de voz, lo que unido a la resistencia que tiene ante los cambios bruscos de decibelios, hacen de este tipo de micrófono un periférico muy completo para streamers.
No obstante, el micrófono de condensador se maneja mejor que el dinámico en frecuencias muy amplias. De hecho, hay quien afirma que su respuesta de frecuencia es la más amplia que existe en un micrófono. Esto viene muy bien cuando se quiere captar el sonido de un instrumento musical, ya que nos asegura que recogerá los detalles más mínimos que puedan transmitir, lo que también se puede aplicar de cara a la calidad de transmisión de voz.